martes, 20 de julio de 2010

¿De verdad, te ama?


Cada vez que alguien (se) pregunta: “¿ Te ama de verdad ?”, o se refiere al concepto (en mi opinión absurdo), del verdadero amor, yo pienso: ¿ Cómo será el amor “de mentira”?,¿ cómo se materializa?.

Yendo un poco más allá, vemos que la cuestión se origina, cuando el machito clasifica a sus conquistas: “Esta mujer es sólo para tener sexo”, o, “A esta mujer, la amo”. Algo así como: “Esta mujer es un objeto de uso descartable” o “Esta mujer es DIGNA de ser amada”. (¿Digna?, Ah, mirá vos. ¿Así que solo algunas MERECEN ser amadas?). Sería como una oposición de roles: O se ama, o se (ya saben). O, o. ( ¿Y por qué el “o” ? ¿ Y el “y”?). Y creo que es esa disociación, lo que origina el fracaso de tantas y tantísimas relaciones de pareja.

No viene mal recordar, que hemos crecido en medio de culebrones del corazón, siniestras historias en las cuales él/ella ric@, poderos@, bell@, el/ella pobre,débil… (por supuesto el primero en pareja con otra persona, el segundo, casi nunca , já, ¿ por qué ?), vale decir que ese concepto del amor se asocia más bien a relaciones de dependencia, esa figura “paternal”, ese príncipe que va venir a rescatarnos en un hermoso y blanco corcel.. Cuando no las que hemos tenido la desventura de leer la colección completa de “Mis cuentos de hadas”, cuyo final siempre (pero siempre era): “Se casaron, vivieron felices para siempre…”
Así que, hemos mamado (todos más o menos), una visión bastante distorsionada de las
Cosas.

Ellos tienen terror que los quieran cazar (que quieran casarse con ellos), y ellas tienen terror que las vayan a usar (Que el chico vaya a regocijarse con sus amistades de cómo se transó a esa “minita”, qué “fácil” que es.. ), como si tener sexo significase descender al peor de los infiernos).
Entonces, cuando la infeliz quiere que le digan algo que le levante la autoestima, como para no sentirse pura y exclusivamente un objeto, él la mata de tristeza: “Me gustás… te aprecio mucho.. pero no te amo !”

¡ Fá ! Como si la mujer en cuestión quisiera ya casarse. Pero, es de buen caballero no comprometerse (me pregunto si esos caballeros conocen el verdadero significado del vocablo, que no implica necesariamente abocarse a una relación oficial).

Ni que hablar, si alguno de los implicados ostenta una libreta del registro civil. ¡Valgame santísimo dios, pecado concebido! (En el nombre del padre, ¿qué has hecho, ‘j@ mí@?)

Siempre tuve especial debilidad por todos los efectos (negativos) que el concepto Amante genera en esta hipócrita SOCIEDAD.

¿Imposible? ¿Prohibido? ¿Vértigo? ¿Adrenalina? ¿Vida? (Yo creo que todas esas cosas se pueden sentir ya sea con tu pareja, o con quien no es tu pareja, creo que la cosa no pasa por la "oficialidad" del vínculo). ¿O tu pareja no es tu amante? (En ese caso, las cosas están muy mal).

Pero tanto tiempo nos pasamos decidiendo si es correcto, si es amor, si es "de verdad", el qué dirán, etc, etc... Y la vida se va.... Inútil resulta devanarse los sesos, analizando…

Yo creo que la cuestión pasa por otro lugar (totalmente) distinto:

-Sentirse-parte.
-Amante y Amad@.
-Desear y ser desead@.

¿Qué cosa puede ratonear más?
¿Qué cosa es más divina que sentirse pensado por el ser que uno ama?
¿Qué cosa es más divina que sentirse deseado por el ser que uno desea?
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