jueves, 22 de marzo de 2012

Enfermeros enfermos.


Mucho ya se ha dicho y escrito en estos días acerca del (acaso) insuceso más sorprendente de la crónica roja acaecido en estos últimos tiempos en nuestro país y en el mundo entero.

No es la intención de la presente nota decir lo que otros han dicho, sino reflexionar un instante acerca del IMPACTO de un suceso de tal magnitud en todos los sectores de la sociedad.

Protocolo.

Se preguntarán qué tiene que ver el protocolo en esta cuestión.

El término protocolo, procede del latín "protocollum", que a su vez procede del griego (en griego deviene de protos, primero y kollom, pegar, y refiere a la primera hoja pegada con engrudo). En su significado original, venía a decir que "protocollum" era la primera hoja de un escrito. La primera hoja en la que se marcan unas determinadas instrucciones. Esta definición marca el inicio de lo que más tarde será el verdadero significado del término protocolo.

Si algo ha hecho evolucionar al hombre, amén de los inventos, esto ha sido la educación.Desde los tiempos más remotos se conoce la existencia de pautas sociales y normas de comportamiento. 

También existe un protocolo en otros medios en los cuales todos los “plebeyos” se mueven asiduamente y que también debe ser respetado y observado. El medio social, político, académico, militar y laboral tienen que respetar otras cuestiones que no tienen que ver con sombreros pero sí con el respeto y obediencia a determinados cargos considerados como superiores.

Ambas execrables criaturas autoras de abominables actos, resulta obvio sentarlo, carecen de todo tipo de ética, conducta, moral. No me creo el asunto de que los pobrecitos han tenido una infancia infeliz, han sido abusados, no me creo y no quiero que se derive este asunto hacia un caso de “insanidad mental”, cuando la insanidad está en el alma, y en los propósitos.

Confianza.

Seguramente a partir de ahora, todos y cada uno de nosotros, cuando tengamos que internarnos estaremos viendo en cada enfermero/a un potencial asesino serial, hay un “antes-enfermero”, y un “después-enfermero”.

Miraremos las agujas, lo que nos inyectan, preguntaremos ene veces qué nos están haciendo, y seguramente más de uno no dormirá tranquilo en un sanatorio.

Pero; ¿por qué sucedió?

La razón número uno (que se revela y dibuja como más relevante) es la falta de controles en los procedimientos, o dicho de otro modo, la falta de “calidad” en los procedimientos.

Esta responsabilidad, mejor dicho, esta culpa es compartida por todos, acá no vale decir “es por culpa del MSP”, porque estamos hablando de varias mutualistas, así que la responsabilidad y culpa es colectiva, y los implicados son muchísimos.

Para terminar, este hecho no hace más que hacernos perder la confianza en… en TODO.

Anna Donner Rybak © 2012
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