Mucho ya se ha dicho y escrito en estos días acerca del
(acaso) insuceso más sorprendente de la crónica roja acaecido en estos últimos
tiempos en nuestro país y en el mundo entero.
No es la intención de la presente nota decir lo que otros
han dicho, sino reflexionar un instante acerca del IMPACTO de un suceso de tal
magnitud en todos los sectores de la sociedad.
Protocolo.
Se preguntarán qué tiene que ver el protocolo en esta
cuestión.
El término protocolo, procede del latín
"protocollum", que a su vez procede del griego (en griego
deviene de protos, primero y kollom, pegar, y refiere a la primera hoja pegada
con engrudo). En su significado original, venía a decir que
"protocollum" era la primera hoja de un escrito. La primera hoja en
la que se marcan unas determinadas instrucciones. Esta definición marca el
inicio de lo que más tarde será el verdadero significado del término protocolo.
Si algo ha hecho evolucionar al hombre, amén de los
inventos, esto ha sido la educación.Desde los tiempos más remotos se conoce la existencia de pautas sociales y normas de comportamiento.
También existe un protocolo en otros medios en los cuales
todos los “plebeyos” se mueven asiduamente y que también debe ser respetado y
observado. El medio social, político, académico, militar y laboral tienen que
respetar otras cuestiones que no tienen que ver con sombreros pero sí con el
respeto y obediencia a determinados cargos considerados como superiores.
Ambas execrables criaturas autoras de abominables actos,
resulta obvio sentarlo, carecen de todo tipo de ética, conducta, moral. No me
creo el asunto de que los pobrecitos han tenido una infancia infeliz, han sido
abusados, no me creo y no quiero que se derive este asunto hacia un caso de “insanidad
mental”, cuando la insanidad está en el alma, y en los propósitos.
Confianza.
Seguramente a partir de ahora, todos y cada uno de nosotros,
cuando tengamos que internarnos estaremos viendo en cada enfermero/a un
potencial asesino serial, hay un “antes-enfermero”, y un “después-enfermero”.
Miraremos las agujas, lo que nos inyectan, preguntaremos ene
veces qué nos están haciendo, y seguramente más de uno no dormirá tranquilo en
un sanatorio.
Pero; ¿por qué sucedió?
La razón número uno (que se revela y dibuja como más
relevante) es la falta de controles en los procedimientos, o dicho de otro
modo, la falta de “calidad” en los procedimientos.
Esta responsabilidad, mejor dicho, esta culpa es compartida
por todos, acá no vale decir “es por culpa del MSP”, porque estamos hablando de
varias mutualistas, así que la responsabilidad y culpa es colectiva, y los
implicados son muchísimos.
Para terminar, este hecho no hace más que hacernos perder la
confianza en… en TODO.
Anna Donner Rybak © 2012