lunes, 19 de julio de 2010

Carrera universitaria. ¿ Para qué ?

El que quiere puede, no obstante hay mucho haragán escondido atrás del "No pude", nadie ha dicho que es fácil.

Estudiar implica sacrificio. Requiere de tiempo, paciencia y alguna que otra renuncia.

Uno transita meses y quizá años rindiendo exámenes, y sumido en noches de vigilia y angustia.

Me gusta lo que estudié, a pesar de estar un poco aburrida. No voy a echarle la culpa al país, porque de cierto modo elegí llegar hasta cierto lugar, y no vivir-para.

Muchos menosprecian la Universidad Estatal, aduciendo que no les es posible concurrir a clases numerosas, ni sentarse en el piso. Y muchas universidades privadas aprovecharon el curro. No por privadas mejores, muy costosas ellas.

Por otra parte, un título no es garantía, porque además se requiere del factor “suerte + viveza”. No sólo los individuos que poseen determinado coeficiente intelectual acceden al título, hay que ver cada burro ejerciendo por ahí… Esos que no te explicás cómo puta han egresado y te decís, "¿Cómo se pudo recibir? "; ante su torpeza e ineptitud.

Pero, como dice el dicho: “Con paciencia y con sabiduría, el elefante…”.Indudablemente estudió memorizando, sin entender, y rindió diez veces cada materia.

Al comenzar tu vida laboral te preguntás “¿Cómo fulanito ocupa este cargo?” Muchos jer-garcas, tienen faltas de ortografía y todo. Los alcahuetes, son los que ascienden.

Un médico tiene una responsabilidad de la gran puta, y trabajando en mil mutuales para redondear un salario digno.

Y resulta que Pepito, que arrancó con una zapatería, ahora es dueño de “Zapatos & Company”. Pepito, que ni siquiera terminó el liceo. Pero qué tiene un culo para los negocios…

Qué círculo vicioso. El docente está mal pago, y pocos tribunales examinadores están motivados para evaluar con justicia. No obstante, y con todas las carencias que existen, si uno quiere, puede enseñar. Sólo es necesaria una cuota de pasión, sino, no sale. Muchos no tienen paciencia para explicar a sus alumnos cada concepto. Cuando se trata de grupos numerosos, no se debe de perder la individualidad. Cada educando es un mundo, tiene diferentes necesidades, unos entienden antes que otros y es deber del educador comprenderlo.

Cada persona debe explotar sus puntos fuertes, y esto estará íntimamente relacionado con la vocación, y lo que estudie.

Todo un tema. A los quince, no tenía ni la más puta idea. Me hicieron un test vocacional y me dio Bi-blio-te-có-lo-ga.

¿Qué podemos hacer como padres para ayudar a descubrir la vocación de Nuestros Hijos? Algunos, dedicados al “rubro X”, anhelan: “Ojalá mi nene siga con lo nuestro... “, por ende presionan, tratando de incidir en la elección de la carrera.

Pero lo triste es que sólo lograrán confundir más al pobre chico. Quizá, obedezca, se reciba, y trabaje, pero estará frustrado haciendo algo que no le gusta. Como papás, sabemos qué sueñan, qué disfrutan, qué les es más fácil...

Hay que dejarlos decidir, en Paz.

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