martes, 20 de julio de 2010

Blanco, Negro, Gris.


Hace ya como catorce años, compartiendo jornadas laborales entre 12 y 16 horas, un compañero escribió esta frasecita en la pizarra que teníamos en ese momento para hacer catarsis (- Mi vida es un antes y un después de esto - rió):

"Separado se escribe todo junto y todo junto se escribe separado".

La frasecita en cuestión encierra nada más ni nada menos que la situación de absoluta contingencia en que estamos inmersos, una paradoja.

La gracia está cuando cada uno de nosotros elige una posición en esa recta, a plena conciencia, dentro de una escala de grises entre el blanco y negro absoluto.

Primero, porque somos individuos, y portamos una cuota importante de subjetividad. Y cuando miramos el mundo lo hacemos desde nuestro Lugar y desde nuestras Vivencias.

Segundo, porque además somos parte de un colectivo. Un entorno ha incidido en nuestra formación, y nos movemos en determinado medio.

Nietzsche hablaba de una posición más allá del bien y del mal, concebida para superar la Moral de Amos y Esclavos, que en su opinión reducía a todos a un nivel vulgar, favoreciendo la mediocridad e impidiendo el desarrollo de un tipo "superior" de hombre.

Según la "Moral de los Amos", El Bien es lo superior, altivo, la fortaleza y el dominio y El Mal es el temor, la compasión, y debilidad.

Por el contrario, según la "Moral de los Esclavos", nacidos de los oprimidos y débiles, se condenan los valores y cualidades de los poderosos. Una vez denigrado el poderío, el esclavo procede a decretar como "buenas" las cualidades de los débiles: la compasión, el servicio, la paciencia y la humildad (propias del cristianismo). Así, los esclavos inventan una moral que hace más llevadera su condición de esclavos y que sostiene que la obediencia es buena y que el orgullo es malo. Como los esclavos son débiles promueven la mansedumbre y la misericordia, criticando el egoísmo y la fuerza.

Sabemos que concebir una posición "más allá del bien y del mal", no es tarea sencilla.

Uno puede verse tentado de caer en el reduccionismo de la Moral de Amos y Esclavos, porque se salva del juicio de los demás, quedando cómodamente instalado en su postura.

Pero también puede atreverse a ir más allá, y definir una moral subjetiva, donde lo bueno no es necesariamente "El Bien", ni lo mano necesariamente "El Mal": Y esos matices estarán dados por uno.

Asimismo, sabemos el modelo de mundo regido por valores universales ya hoy no cierra.

Porque el hombre ha progresado varios peldaños por la obtención de su libertad, es decir tomando responsabilidad absoluta por sus decisiones y haciéndose cargo de las mismas.
Ya están obsoletos los modelos de comportamiento "a priori", en donde uno debía de imitar lo bueno y lo malo obedeciendo a un modelo de cosas buenas y cosas malas.

La moral establecida "a posteriori" implica concebir "Mi Bien" y "Mi Mal", los cuales me definen y hacen que yo sea el individuo que soy, distinto a todos los demás.

"Mi Bien" y "Mi Mal" tienen fronteras flexibles.

Y lo anterior, no va en detraimiento de que uno pueda definirse como parte de un grupo.
Por ejemplo, uno puede definirse como liberal o conservado, de izquierda, o de derechas, sin perder aún su identidad, puesto que existirán aspectos en los cuales disentirá, porque cada uno tiene sus fundamentos.

Porque el verdadero desafío es ser capaz de comunicarse con El Otro a través de las diferencias, cuando estamos de acuerdo no tiene gracia.

De esto se trata La Diversidad, de tolerar Todas las posiciones sin rotular a nadie, "más allá del bien y del mal".

De esto se trata La Diversidad, de la comprensión de la posición del otro sin juzgarlo a pesar de no compartirla.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...