Este es un de esos momentos.
La Ley de Caducidad es un "doble jaque mate". Si se la anula; se está respetando las normas de Amnistía Internacional, pero se está violando la constitución de la República, y si no se la anula; viceversa.
Esto adscribe al famoso: "Te vistas como te vistas...." o "Si la violación es inminente, disfrútala", o cualquier otro refrán alusivo a esta CIRCUNSTANCIA de jaque DOBLE.
Muchos quienes en tres días han señalado Culpables (que ya deberíamos de haber aprendido como sociedad moderna que no se trata de buscar culpables sino soluciones), quizá hasta ignoran esta doble condición de jaque mate, por lo tanto, quizá sea justificable su respuesta obedeciendo al principio de la física de acción y reacción.
La Ley de Caducidad se pasó las normas de Amnistía Internacional por... (Julio María Sanguinetti & cny - año 1985 y todos quienes lo apoyaron).
Posteriormente, en el año 1989, bajo la connivencia de blancos, colorados y milicos, se hizo una muy buen campaña de "Terrorismo.post.dictadura":= "Don, si vota la verde, vuelven las botas"; "Ahora no es momento para enfrentarlos, van a volver".
Con esta quizá falaz, quizá no tanto, el PUEBLO tuvo MIEDO. Miedo impartido por sus gobernantes. Y siguió sus instrucciones. Y esta es la explicación del triunfo de la papeleta amarilla.
...
Han pasado 20 años entre un plebiscito y otro. Veinte años es mucho tiempo. En veinte años, pasan cosas: Los asesinos y colaboradores envejecen, y van "zafando", se desprende, deduce e infiere que veinte años después ya (de haber salido la papeleta rosada) el IMPACTO no hubiera sido ni la cuarta parte del de veinte años atrás:
Tirando números al azar, supongamos que un cuarto ya están en el otro mundo (murieron tranquilamente en sus cómodas casas), del resto, muchos están o con Alzheimer, arterio esclerosis, o amnesia, o chochera, así que por más s
acudida no se enterarán, por lo tanto es como si hubieran muerto. De los que restan, (están en actividad y medianamente lúcidos), de todos modos NO ES LO MISMO la anulación de LA LEY ahora que antes.
Y además, tenemos el precedente con el ejemplo de Juan María Bordaberry, cuyo caso quedó afuera de la Ley de Caducidad, por lo tanto fue juzgado y condenado, y vimos que fue muy sencillo hacerse el enfermo, pasar a estar nuevamente muy cómodo en su casa, y para colmo este verano, vacacionar en Punta del Diablo, es decir; si las le
yes no son respetadas, es porque hay "intermediarios" que "facilitan" las gestiones, de uno u otro bando a cambio de una generosa compensación.
Nada que no sepamos; si volvemos a razonar.
El escenario está complicado por
1) Jaque mate doble.
2) Las leyes no se respetan.
y otras.
Ante esta paradoja brutal, como colectivo social que quiere la verdad y la justicia y pelear EN SERIO contra la impunidad; es que es conveniente no obedecer impulsos.
¿Acaso esto se resuelve echándole la culpa a una persona o a un grupo de personas? (El Presidente Mujica).
Insisto nuevamente. ¿Acaso Fernandez Huidobro, Mujica no desean la verdad? ¡Por supuesto! Es entonces que no adscribo a depositar una culpa en la figura de Mujica. Eso sería muy fácil, pero debemos comprender que no se trata de Derogar la Ley de Caducidad. Derogar La Ley de Caducidad no resuelve ningún problema, no va transitar hacia la verdad, sí lo hubiera hecho en el momento en que fue concebida, pero veinte años después el IMPACTO no es tal.
Como frenteamplistas que somos deberíamos darnos cuenta de que les estamos haciendo el caldo gordo a a la oposición, porque si nos peleamos entre nosotros, sépanlo, nuestro próximo gobierno será del Partido Nacional. ¿Eso es lo que queremos para nuestro país?
Por tales causas, hay que pasar por encima de eno
jos, y revanchismos, y pensar muy bien el camino a tomar, y debe ser un CAMINO UNICO, es decir, EL FRENTE AMPLIO EN SU CONJUNTO debe demostrar UNIDAD, abogando a aquello de "LA UNION HACE LA FUERZA"
No podemos permitir el maniqueísmo que se está ejerciendo sobre nosotros, ¿no se dan cuenta de que blancos y colorados están de parabienes con esta
FRACTURA?
AUN ESTAMOS A TIEMPO.
Igual que cuando uno quiere terminar una relación porque dejó de amar, y es irreversible, y le dice al otro que sigue amando: "Quiero tomar un tiempo", es lo que deberíamos hacer todos los FRENTEAMPLISTAS antes de actuar. Tomarnos un tiempo de reflexión antes de salir a manifestar a la Oposición (que ya este fin de sema
na seguramente Luis Alberto y el Guapo se habrán tomado varios whiskicitos, y están saltando en una pata), estamos siendo poco inteligentes en nuestro comportamiento COLECTIVO como frenteamplistas.
Por otro lado, ahora yendo al teme en concre
to de los desaparecidos:
" En febrero de 1976, posiblemente, Eduardo Bleier, uno de los detenidos desaparecidos de la dictadura uruguaya, fue arrojado a una especie de cuneta cubierta por tablones. Fue enterrado vivo y se hizo pasar por encima de él a otros presos. Había sido torturado salvajemente, internado en el Hospital Militar, recuperado mínimamente y vuelto a ingresar en las sesiones de tortura.
Muerto en la primer semana de julio de ese mismo año su cuerpo no fue entregado a su familia, eso significaba reconocer el asesinato de un inocente maniatado, sino enterrado en un cementerio clandestino ubicado en el Batallón 13 de Infantería.
En algún momento entre octubre de 1984 y marzo de 1985 sus restos, junto a los de otros detenidos desaparecidos que corrieron la misma suerte, se afirma, fue desenterrado, trasladado a otro predio militar, el Batallón 14, enterrado, vuelto a desenterrar, incinerado y sus restos hechos “desaparecer” arrojándolos en el Río de la Plata según algunas versiones, en un arroyo cercano, según otras. Nadie vio nada. Hasta hoy. Desaparecer lo desaparecido, ocultar el horror y proteger a los responsables de esas atrocidades constituyó así un modo de encubrir la monstruosidad política y MENTALMENTE enferma del fascismo ultranacionalista uruguayo, pero también un modo de obstruir la investigación y reconstrucción transparente de las responsabilidades políticas y de los grupos de interés económico que participaron de ese encubrimiento.
Yo tenía poco más de veinte años, cuando ante mi, una mujer que había estado presa junto a mi padre me relató la escena del enterramiento, dijo no recordar si tenia o no, pero cree recordar que sí, un tubito para respirar, a pesar de que los tablones no cerraban herméticamente la zanja.
Relató, ya quebrada, que en esos mismos días de particular horror ella fue violada y entró en coma, de suerte que no pudo darme datos sobre qué pudo haber pasado con Eduardo Bleier, mi padre, luego de aquel episodio.
Durante la dictadura uruguaya muchas, muchas, muchas mujeres fueron, en las sesiones salvajes de tortura, violadas luego de permanecer colgadas por los brazos, atadas por las muñecas a un gancho del que pendían en el aire, a medio metro del piso.
Las generaciones anteriores a las que protagonizaron la crisis que concluyó en la dictadura militar habían padecido el agravamiento de los conflictos sociales derivados de la decadencia de un país cuya economía se había estancado durante dos décadas y que apenas crecería durante los siguientes treinta años. Habían observado el esfuerzo de una oligarquía ultraconservadora por asegurar a cualquier costo la preservación de sus privilegios derivados de una economía agraria casi feudal, de un sistema financiero provinciano al servicio de facilitar la evasión a empresarios argentinos, pues el modelo de sustitución de importaciones con que el algún momento lo mejor de la elite política procuró evitar la catástrofe poco éxito podía tener en un país con una población inferior a los tres millones de habitantes.
Durante la dictadura, miles de presos, miles de proscriptos, miles de ciudadanos destituidos de sus empleos, miles de perseguidos, miles de exiliados, fueron produciendo a partir de una lectura de los acontecimientos que protagonizaban, una actitud de culto al pasado democrático por algunos de ellos vividos como experiencia personal y por otros recibidos como tradición cultural, y al que contrastaban con los padecimientos que sufrían, con el oscurantismo que los empobrecía en todos los sentidos. Esos ciudadanos y otros que sin padecer directamente lo hacían a través de sus lazos familiares, fueron elaborando una lógica de vida basada en el mero esfuerzo por la supervivencia y algunos, los menos, pero no pocos, generando un profundo resentimiento político que proyectó en un afuera diabólico a los responsables de todo lo ocurrido, opacando todo esfuerzo intelectual autocrítico por discernir las causas profundas que habían precipitado al Uruguay a la decadencia y el autoritarismo.
Lo que describo fue aprehendido por cientos de jóvenes estudiantes y trabajadores que iban interiorizándose de los hechos a través de un relato construido por fragmentos dispersos de testimonios, confesiones privadas a través de terceros, tergiversaciones deliberadas, esfuerzos historiográficos, investigaciones periodísticas. Fue padecido como terror, interiorizado como atropello y como miedo, procesado como rebeldía primero, como orgullo democrático luego, o como impotencia cuando la elite político que condujo la reconstrucción de la democracia decidió tender un manto de silencio y protección sobre los hechos de la dictadura y sus responsables."(*)
Haciendo apología a esto de "Los de afuera son de palo", lo primero que debería hacer antes de buscar algún culpable, es RESPETAR los puntos de vista de FAMILIARES (que en varias cartas han dejado muy claro lo que ellos entienden por búsqueda de VERDAD).Cité ahora las palabras de Gerardo Bleier, parte de ese colectivo.
Antes de seguir, si FAMILIARES no está buscando chivos expiatorios, lo primero que deberíamos hacer es respetar su pedido, porque tiene su lógica, y aunque muchos no la comprendan y/o compartan, HAY QUE ESTAR EN LA PIEL para comprender lo que se SIENTE siendo HIJO O ABUELO de un desaparecido, y esto no lo siento ni yo, ni nadie excepto los involucrados.
Opinemos lo que opinemos, estamos hablando de afuera, y no es lo mismo que hablar de adentro.
" Uno de los más penosos hechos de la dictadura, que aún hoy perturban la acción política en algunos grupos de izquierda, es la presencia en ellos de personas que padecieron dramáticamente la represión, colaboraron con sus torturadores y siguieron manteniendo algún tipo de vínculo personal con los mismos en los años posteriores.
Con base en este drama, hay quienes han pretendido involucrar a algunas organizaciones políticas de la izquierda como protagonistas de “acuerdos” de silencio o pactos oscuros para ocultar los hechos de la dictadura o proteger a algunos de sus responsables.
Los principales dirigentes del Frente Amplio, de todos las corrientes, conocen los nombres de buena parte de esas personas y han actuado con enorme generosidad humana al evitar desenmascarar su “colaboracionismo sistemático” con el viejo aparato represivo pero se han ocupado al mismo tiempo de irlos desplazando sobriamente de toda capacidad de influencia en las organizaciones políticas de la izquierda frenteamplista y de hacer saber a las nuevas generaciones de dirigentes de quienes se trata para evitar que logren manipular decisiones políticas estratégicas en torno a la temática de los derechos humanos o cualquier otra." (*)
Me re.cito:
"si las leyes no son respetadas, es porque hay "intermediarios" que "facilitan" las gestiones, de uno u otro bando a cambio de una generosa compensación. "
"Escribir lo anterior, enunciarlo, ya de por sí, expone el drama, el drama que junto al drama profundo y mucho más significativo de la fractura social que ha tenido lugar durante cincuenta años en Uruguay, junto al drama profundo del deterioro de la calidad de la educación, el empleo y la salud que afecto a cientos de miles de personas, junto al drama profundo de la “mentalidad” de la supervivencia que emergió de los hechos que se describen, junto al drama de la emigración, junto al drama de la impunidad que hasta el año 2004 implementó buena parte de la elite política representan, algunos de los elementos sustanciales, constitutivos, de un tiempo histórico al que hay que superar. " (*)
Volviendo al tema, estas palabras vienen DE ADENTRO, y tan sólo por ese mero hecho deberíamos de prestarles atención.
¿Qué más supone la grave crisis social que hoy vivimos?
En la Argentina de Carlitos Saúl de un día para el otro, fueron vendidas empresas redituables (YPF y GAS), que además generaban lugares de trabajo, pueblos, viviendas, comunidades, y de un día para el otro había filas de desocupados imposible de volver a conseguir un empleo en una especialización que ya fue (vale decir, la remuneración equivalente a aquella responsabilidad), y personas con más de cuarenta, que ya están fuera del mercado laboral, y lo único que podrían conseguir es un trabajo de albañil, o jardín, es que de un día para otro, en nuestra vecina república ante la desesperación de la comida y la leche nacieron los piquetes.
En nuestro país, no sucedió de este modo, por el resultado del plebiscito de 1992, pero no impidió que se "venda en cómodas cuotas". Más lento, pero también en nuestro país, se fabricaban productos, y por lo tanto era necesaria y relevante la mano de obra.
Al cerrase (en diferentes condiciones que en la vecina orilla, pero con el mismo fin) fábricas, y afines, fue que de la noche a la mañana, pasaron a situación de calle e indigencia, una lista enorme de personas, este país, los ha echado, no en vano en 2002, la fila en la embajada de España, pasara uno a la hora que pasara, todos los días, tenía el largo de muchas cuadras.
En la colectividad judía, en el año 2002, ochocientas familias emigraron a Israel, por causas similares.
Concluyendo, el jaque doble o "gran lío" o "berengenal", es UN HECHO CONSUMADO.
¿Qué queremos NOSOTROS, uruguayos frentemaplistas?
¿Queremos nuestro partido DIVIDIDO, seguiremos peleando los unos con los otros, mientras la oposición aplaude, y va aprontandose para ocupar el sillón presidencial el próximo lustro?
No olvidemos:
LA UNIÓN HACE LA FUERZA
FUERTES Y JUNTOS.
Este debería ser nuestro objetivo. Al menos deberíamos tener definido ya el "QUE".
El "COMO" es otro asunto, pero sin el QUE, estamos fritos.
(*) Fuente: La Izquierda que viene II- Gerardo Bleier.
Anna Donner Rybak © 2011
