Al fin y al cabo para algo sirven los libros de autoayuda. Todo depende del momento en el cual caen en nuestras manos.
Una querida amiga dice que, Jorge Bucay logró acercar la Psicología al común de los mortales. Y eso no es poco. En lo que a mi respecta, llegué a él mirando su programa El Buscador, hace muchos años. Trataba un tema concerniente a los vínculos de pareja, y me sorprendió la claridad. Meses después dí con el libro “Amarse Con los Ojos Abiertos”, y luego leí las hojas de Ruta. En ese momento yo pasaba una crisis de redescubrimiento y lo cierto es que me ayudaron. Sobre todo otro libro suyo “De la Autoestima al Egoísmo”.
Esos libros de abrieron la puerta de un mundo al que, hasta entonces, no había prestado la suficiente atención: La filosofía, y la psicología. Hoy, les estoy agradecida, mas no definiría esas lecturas como profundas, sí como puentes de acceso a dilemas que nos angustian. Porque suelen caer en lo reiterativo.
Algunos testimonios. “A mi me provoca recelo el éxito de este tipo de libros, los encuentro tan simplones que...” “¿Me aportó algo más que un fugaz alivio, una evasión, haberme dedicado a reflexionar sobre lo que haría o dejaría de hacer en una situación hipotética e irreal?. ¿Me aportó algo más que un fugaz alivio, una evasión, leer el tal libro de autoayuda?. No lo sé. Pero desde luego sí que me aportó alivio y evasión...¿por qué lo busco?, ¿y por qué lo busco de esa manera?. Tampoco lo tengo muy claro.”
Y adhiero.
De acuerdo a nuestro estado de ánimo, estamos con ganas de: - Ejercitar la dialéctica y alimentar el intelecto …
(“Cuando el alumno está preparado, el maestro aparece “) cita con la que nos suele ilustrar JB a la hora de presentarnos a eruditos brillantes.
O - Descansar un poco de las constantes autoexigencias de nuestras obligaciones laborales, lo cual implica poner a ventilar la neurona. Es entonces, cuando preferimos Esa comedia tranquila, o los escaparates de pilchas, encontrando alivio a nuestra contingencia existencial, bajo la órbita de Diners, Master , Visa… Coelho , o de ese título tan gracioso que ahora no recuerdo su autor.. “Los caballeros las prefieren brutas”. & JB. Un señor whisky.
Anna Donner Rybak © 2008
