sábado, 2 de junio de 2012

No es mentira.

En el país de Nomeacuerdo
Doy tres pasitos y me pierdo.
Un pasito para allí,
no recuerdo si lo dí.
Un pasito para allá
!Ay, que miedo que me da!
En el país del Nomeacuerdo
Doy tres pasitos y me pierdo.
Un pasito para atrás,
y no doy ninguno mas,
porque yo ya me olvidé,
donde puse el otro pie.
En el país de Nomeacuerdo,
Doy tres pasitos y me pierdo...
” María Elena Walsh.

Estoy perdida. Más perdida que Adán en el día de la madre.

Por momentos creo que lo que está sucediendo es un sueño (bah, no un sueño, una pesadilla en todo caso), pero lo peor de todo es que no es mentira.
 
De política entiendo poco. Es que no me gusta la política porque no creo en los políticos. Todos (y sin excepción de banderas partidarias) mienten.
 
Algunos, mienten vilmente. Desaforadamente. Descaradamente. No se les mueve ni un pelo. (Al que meta las manos en la lata…) Disculpen, pero después de esa frase mi escepticismo se definió “in eternum”.
 
Y ahora todos nos mienten. Así que acá va mi verdad. Ya saben que esta verdad es mía y solo mía porque yo no tengo el derecho de imponer mi verdad ni a Mongo Cucho, ni a Juan Perez, ni a nadie. Porque LA VERDAD, no existe. La verdad como entidad universal. La verdad definida según la concepción de moral establecida a priori.
 
El domingo 27, (el domingo pasado) algunos compañeros fuimos a votar, y otros no, y todos teníamos razón. Los argumentos a favor del SI eran tan válidos como los argumentos a favor de NO.
 
Los  compañeros que decidieron abstenerse de ir a votar, tuvieron motivos fidedignos, y quienes sí fuimos a votar, también los tuvimos.
 
Pero (y lo voy a decir sin anestesia), después de concluida esta última semana, creo y estoy absolutamente convencida que los nabos Pepe, somos nosotros.
 
He aquí mi humilde análisis.
 
Va a ganar Mónica y va a ganar no casi, va a ganar. Si Mónica va a ganar, es porque muchos hemos decidido y confiado en ella. Muchos que somos EL PUEBLO.
 
Ante la constatación de este hecho, causalidad, y no casualidad, resulta que Lescano se va. Y hay más movimientos en las carteras y oh causalidad, los que se van, no son emepepistas.
 
Creo que había una secreta esperanza de que el flaco Agazzi resultara ganador. Y como el flaco no parece que vaya a ganar, el Presidente pone “mano dura”.
 
Porque estos cambios causales en las carteras se deben lisa y llanamente a que no saben aceptar que todos estamos hartos del emepepismo, y hemos decidido otro camino, EL PUEBLO ha elegido otro camino.
 
Es entonces que POR LA FUERZA, se vienen por causalidad los movimientos en las carteras.
 
¿Alguien me puede decir si esto no se parece a aquello de lo que tanto renegamos en los años oscuros?
 
Comprender estos cambios es fácil. Hasta un escolar puede.
 
Nos deben una explicación. La están inventando, porque el sol no se puede tapar con un dedo.
 
Y por desgracia no es mentira.
 
Anna Donner Rybak © 2012
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