jueves, 14 de junio de 2012

El arte de gobernar.


Se supone que el Presidente de la República tiene un equipo de gobierno, y si bien oficia de “vocero”, las decisiones son tomadas entre todos.

Se supone. Pero, analizando las últimas remociones efectuadas por el Presidente (justo después de revelarse los resultados de la Interna Frenteamplista) ¿el Presidente “trabajó en equipo” para tales remociones?

Muchos dicen: “El Presidente manda y se hace lo que él dice”. He aquí una visión contundente. Drástica. Simple. Efectista.

Pero, este concepto ¿está encerrado en el conjunto “el Arte de Gobernar”? No; parecería salirse para acercarse a otro lugar: el Decreto. Dijera un dicho popular: “Mujica se cortó solo”.

Este giro copernicano en el arte de gobernar (que se fue revelando paulatinamente), se contrapone con como otrora el país era gobernado inclusive durante el primer gobierno del Frente Amplio del Dr. Tabaré Vázquez.

Cito a continuación fragmentos del análisis de Oscar Botinelli:

“La lógica institucional uruguaya, basada en una democracia de partidos y de partidos de tipo complejo, conformados por no menos de dos grandes corrientes, lleva necesariamente al diálogo, el entendimiento y el acuerdo. La contrapartida es el exabrupto autoritario y, por tanto, contrario a la lógica institucional uruguaya. Pero además la constitución formal es suficientemente clara, en la misma línea de la lógica política (vale la pena una vez más referirlo): el presidente no designa ni remueve libremente a los ministros, sino que lo hace condicionado a la obtención de respaldo parlamentario. La incomprensión de la lógica por parte de todo el Frente Amplio se ve con claridad cuando aún desde los sectores afectados se dice: nadie discute el derecho del presidente a hacer los relevos (lo cual es no entender nada de la lógica institucional).
Con los directores de entes autónomos la cosa va más allá: no son removibles por el presidente. Solo excepcionalmente en caso de ineptitud, omisión, delito o comisión de actos que afecten su buen nombre, previa articulación de cargos y venia del Senado. Este respeto por el carácter autónomo se mantuvo hasta el fin del gobierno Batlle. Excepcionalmente se recurrió al pedido de renuncia de directores; el caso más notorio fue el de todo el Banco Central, por acuerdo de todos los líderes oficialistas, por considerarlos responsables del descalabro del sistema financiero de 2002. Los pedidos individuales, como se dio en el caso de la administración Vázquez y se repite ahora, es lisa y llanamente hacer caso omiso de lo que representa el concepto de ente autónomo.
Ahora bien. La lógica es la que aquí se describe y la que se aplica es otra. Entonces, la realidad está cambiando la lógica institucional del país, el mismo sistema institucional. ¿Por qué? Con Vázquez ocurrió por la incomprensión por parte de la izquierda de la lógica institucional, la concepción hiperpersonalista del presidente y la aceptación acrítica de sus decisiones por parte de todos los líderes y actores sectoriales frenteamplistas. Con Mujica ocurre porque hasta ahora Danilo Astori y el astorismo no han seguido las reglas de juego conformes a la lógica institucional. Esas reglas determinan que si el presidente rompe los consensos, esa ruptura tiene costos elevados: desde el retiro del gobierno, pasando por la pérdida de la mayoría parlamentaria hasta la censura formal al Consejo de Ministros por la Asamblea General. Si el presidente no cumple con la lógica, es deber de los afectados hacerla cumplir. Si no, hay consentimiento en el cambio de la lógica institucional.
Esto lleva a otro problema. No se votó a Mujica presidente sino la fórmula Mujica-Astori. Mujica solo no hubiese retenido la mayoría parlamentaria. Si el gobierno es solo de uno de los términos de la fórmula, hay un sector nada menor del electorado al que se le excluye la representación. Es otro aspecto de la lógica política a leer.”

Por otro lado, los resultados de las elecciones internas de Frente Amplio, vienen a complicar más aún “el Arte de Gobernar”.

Nunca está de más seguir escribiendo acerca de las elecciones internas del Frente Amplio, su concepto e implicancia.

Nunca está de más, porque es un “concepto” que en.si.mismo está bien enrevesado.

Y no está de más, puesto que el IMPACTO del resultado está generando algunas rispideces (más aún de las que ya había) entre los compañeros frenteamplistas.

Cito a continuación fragmentos de otro análisis de Oscar Botinelli:

 “Hace 15 días se hicieron las elecciones de afiliados del Frente Amplio para elegir entre otras cosas presidentes del Frente y Plenario Nacional.
Presidente del F.A.
Presidente del Frente Amplio, de 170.500 votantes, 16,2% votó en blanco. Del resto, 36% Mónica Xavier, 19,3% Agazzi, 15,4% Rubio, 13,1% Castillo. Lo que observamos es que Mónica Xavier impulsada por Astori y la 90 le gana a los dos candidatos que vino a impulsar Mujica o a cubrir el área de Mujica, Rubio que era el candidato inicial de Mujica, y Agazzi que era el del MPP. Esto marca claramente un triunfo de Xavier sin perjuicio de lo alto que es el voto en blanco.
¿Cómo queda la mesa política?
Mesa política por sectores
El astorismo, Frente Líber Seregni 4 cargos, los socialistas 3, la Liga Federal que es una federación de grupos del interior 1, Vertiente Artiguista, Canepa y Sendic, el nuevo polo 2 bancas, el Espacio 609, básicamente el MPP 3 y la 1001 2 bancas. Estas 15 se pueden dividir en 7 de astorismo-socialismo, 7 1001-MPP-neomujiquismo, una cierta paridad, Liga Federal desempata, pero hay que tener cuidado que hay 11 bancas más que se van a adjudicar por los llamados delegados de base donde ahí va haber primacía de comunistas, MPP y en menor grado socialistas.
Conclusiones de estas elecciones que tenemos:
Categórico triunfo de Mónica Xavier, muy claro, gana a los dos candidatos mujiquistas sumados.
Gran triunfo de Astori entonces, hablando de los tres grandes líderes, la competencia entre ellos.
Sale bien parado Tabaré Vázquez, realmente no tenía muchas posibilidades de salir mal, pero es uno de los escenarios que le resulta más cómodo.
Y queda mal parado Mujica, que con dos candidatos, no sólo pierden los dos, sino que los dos sumados son derrotados por Mónica Xavier.”

Se supone que el Presidente de la República tiene un equipo de gobierno, y si bien oficia de “vocero”, las decisiones son tomadas entre todos.

Se supone. Pero, analizando las últimas remociones efectuadas por el Presidente (justo después de revelarse los resultados de la Interna Frenteamplista) ¿el Presidente “trabajó en equipo” para tales remociones?

Por otro lado, los resultados de las elecciones internas de Frente Amplio, vienen a complicar más aún “el Arte de Gobernar”.

Anna Donner Rybak ©2012
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