Se supone que el Presidente de la República tiene un equipo
de gobierno, y si bien oficia de “vocero”,
las decisiones son tomadas entre todos.
Se supone. Pero, analizando las últimas remociones efectuadas
por el Presidente (justo después de revelarse los resultados de la Interna
Frenteamplista) ¿el Presidente “trabajó
en equipo” para tales remociones?
Muchos dicen: “El
Presidente manda y se hace lo que él dice”. He aquí una visión contundente.
Drástica. Simple. Efectista.
Pero, este concepto ¿está encerrado en el conjunto “el Arte de Gobernar”? No; parecería
salirse para acercarse a otro lugar: el Decreto. Dijera un dicho popular: “Mujica se cortó solo”.
Este giro copernicano en el arte de gobernar (que se fue
revelando paulatinamente), se contrapone con como otrora el país era gobernado
inclusive durante el primer gobierno del Frente Amplio del Dr. Tabaré Vázquez.
Cito a continuación fragmentos del análisis de Oscar
Botinelli:
“La lógica institucional uruguaya, basada en una democracia
de partidos y de partidos de tipo complejo, conformados por no menos de dos
grandes corrientes, lleva necesariamente al diálogo, el entendimiento y el
acuerdo. La contrapartida es el exabrupto autoritario y, por tanto, contrario a
la lógica institucional uruguaya. Pero además la constitución formal es
suficientemente clara, en la misma línea de la lógica política (vale la pena
una vez más referirlo): el presidente no designa ni remueve libremente a los
ministros, sino que lo hace condicionado a la obtención de respaldo parlamentario.
La incomprensión de la lógica por parte de todo el Frente Amplio se ve con
claridad cuando aún desde los sectores afectados se dice: nadie discute el
derecho del presidente a hacer los relevos (lo cual es no entender nada de la
lógica institucional).
Con los directores de entes autónomos la cosa va más allá:
no son removibles por el presidente. Solo excepcionalmente en caso de
ineptitud, omisión, delito o comisión de actos que afecten su buen nombre,
previa articulación de cargos y venia del Senado. Este respeto por el carácter
autónomo se mantuvo hasta el fin del gobierno Batlle. Excepcionalmente se
recurrió al pedido de renuncia de directores; el caso más notorio fue el de
todo el Banco Central, por acuerdo de todos los líderes oficialistas, por
considerarlos responsables del descalabro del sistema financiero de 2002. Los
pedidos individuales, como se dio en el caso de la administración Vázquez y se
repite ahora, es lisa y llanamente hacer caso omiso de lo que representa el
concepto de ente autónomo.
Ahora bien. La lógica es la que aquí se describe y la que
se aplica es otra. Entonces, la realidad está cambiando la lógica institucional
del país, el mismo sistema institucional. ¿Por qué? Con Vázquez ocurrió por la
incomprensión por parte de la izquierda de la lógica institucional, la
concepción hiperpersonalista del presidente y la aceptación acrítica de sus
decisiones por parte de todos los líderes y actores sectoriales
frenteamplistas. Con Mujica ocurre porque hasta ahora Danilo Astori y el astorismo
no han seguido las reglas de juego conformes a la lógica institucional. Esas
reglas determinan que si el presidente rompe los consensos, esa ruptura tiene
costos elevados: desde el retiro del gobierno, pasando por la pérdida de la
mayoría parlamentaria hasta la censura formal al Consejo de Ministros por la
Asamblea General. Si el presidente no cumple con la lógica, es deber de los
afectados hacerla cumplir. Si no, hay consentimiento en el cambio de la lógica
institucional.
Esto lleva a otro problema. No se votó a Mujica presidente
sino la fórmula Mujica-Astori. Mujica solo no hubiese retenido la mayoría
parlamentaria. Si el gobierno es solo de uno de los términos de la fórmula, hay
un sector nada menor del electorado al que se le excluye la representación. Es
otro aspecto de la lógica política a leer.”
Por otro lado, los resultados de las elecciones internas de
Frente Amplio, vienen a complicar más aún “el
Arte de Gobernar”.
Nunca está de más seguir escribiendo acerca de las
elecciones internas del Frente Amplio, su concepto e implicancia.
Nunca está de más, porque es un “concepto” que en.si.mismo
está bien enrevesado.
Y no está de más, puesto que el IMPACTO del resultado está
generando algunas rispideces (más aún de las que ya había) entre los compañeros
frenteamplistas.
Cito a continuación fragmentos de otro análisis de Oscar
Botinelli:
“Hace 15 días se
hicieron las elecciones de afiliados del Frente Amplio para elegir entre otras
cosas presidentes del Frente y Plenario Nacional.
Presidente del F.A.
Presidente del Frente Amplio, de 170.500 votantes, 16,2%
votó en blanco. Del resto, 36% Mónica Xavier, 19,3% Agazzi, 15,4% Rubio, 13,1%
Castillo. Lo que observamos es que Mónica Xavier impulsada por Astori y la 90
le gana a los dos candidatos que vino a impulsar Mujica o a cubrir el área de
Mujica, Rubio que era el candidato inicial de Mujica, y Agazzi que era el del
MPP. Esto marca claramente un triunfo de Xavier sin perjuicio de lo alto que es
el voto en blanco.
¿Cómo queda la mesa política?
Mesa política por sectores
El astorismo, Frente Líber Seregni 4 cargos, los
socialistas 3, la Liga Federal que es una federación de grupos del interior 1,
Vertiente Artiguista, Canepa y Sendic, el nuevo polo 2 bancas, el Espacio 609,
básicamente el MPP 3 y la 1001 2 bancas. Estas 15 se pueden dividir en 7 de
astorismo-socialismo, 7 1001-MPP-neomujiquismo, una cierta paridad, Liga
Federal desempata, pero hay que tener cuidado que hay 11 bancas más que se van
a adjudicar por los llamados delegados de base donde ahí va haber primacía de
comunistas, MPP y en menor grado socialistas.
Conclusiones de estas elecciones que tenemos:
Categórico triunfo de Mónica Xavier, muy claro, gana a los
dos candidatos mujiquistas sumados.
Gran triunfo de Astori entonces, hablando de los tres
grandes líderes, la competencia entre ellos.
Sale bien parado Tabaré Vázquez, realmente no tenía muchas
posibilidades de salir mal, pero es uno de los escenarios que le resulta más
cómodo.
Y queda mal parado Mujica, que con dos candidatos, no sólo
pierden los dos, sino que los dos sumados son derrotados por Mónica Xavier.”
Se supone que el Presidente de la República tiene un equipo
de gobierno, y si bien oficia de “vocero”,
las decisiones son tomadas entre todos.
Se supone. Pero, analizando las últimas remociones efectuadas
por el Presidente (justo después de revelarse los resultados de la Interna
Frenteamplista) ¿el Presidente “trabajó
en equipo” para tales remociones?
Por otro lado, los resultados de las elecciones internas de
Frente Amplio, vienen a complicar más aún “el
Arte de Gobernar”.
Anna Donner Rybak ©2012