viernes, 23 de diciembre de 2011

Un mal sueño

Imagino a aquellos que dieron su vida por este país, si vieran en qué se ha transformado el Frente Amplio hoy, y hasta donde se ha llegado, se levantarían de quien sabe donde estén, y se volverían a morir de tristeza.

Desde las primeras elecciones en democracia voto, tenía 18 años y dos meses en noviembre de 1984, y voté con un enorme orgullo al Frente Amplio.

Voté convencida a Mujica, creía en Mujica y Lucía, porque Tabaré no es santo de mi devoción, Tabaré me ha decepcionado fundamentalmente con el veto a una ley votada en democracia (la ley de aprobación del proyecto de salud sexual y reproductiva), donde no solamente se despenalizaba el aborto, sino que también se hablaba de enseñar educación sexual en las escuelas de modo obligatorio, primero, el veto en sí mismo, segundo, ¿desde cuándo un socialista "confunde" el rol de jefe de un estado laico con su fe personal?

Pero abogando al dicho "nunca estás tan mal que no puedas estar peor", ahora se ve que la gestión de Vázquez, comparada con de la de Mujica fue un “lujo”.

Sobre todo en cuanto a asuntos de política exterior, un Uruguay digno tuvo una postura digna ante un conflicto propiciado por el asqueroso populismo kirchnerista. El día que Uruguay fue con Gros Espiell a comparecer ante la Corte de La Haya, fue la última vez que vi al país  unido, no sólo el Frente Amplio, sino los otros partidos, fue aquella una acción colectiva, y a la vista los resultados, 14 a 1 la votación en La Haya. La reacción de Argentina no se hizo esperar, lo hizo como solamente sabe: llevar a una “Señorita” ligera de ropas para que haga su irrupción nada más ni nada menos que en la cumbre de Viena, (Evangelina Carrozo), mientras que Uruguay jamás hubiera hecho algo semejante, como era (y qué triste resulta tener que conjugar el verbo ser en pasado) de esperar, pero en ese momento Uruguay llevaba su política exterior dignamente  y ¿ahora?

Uruguay, cual títere zoombie aplaude a quien tuvo tres años sus puentes bloqueados, causando un gran perjuicio a su economía, y por esta cosa de la memoria, palabra últimamente muy nombrada, desmemoriados parece ser que muchos uruguayos estuvieron el día en que salieron a festejar el triunfo de Kristina. Es cierto, en Argentina los partidos políticos son de papel, pero… ¿qué clase de memoria tienen los uruguayos para salir a festejar a un gobierno que  blasfemó su nombre durante varios años en el mundo entero?

La propia Kristina había dado un discurso una semana atrás, en el acto de cierre de su campaña en Gualeguaychú, donde dijo (con esa pose ensayada mil veces ante su espejo, copiando todos los ademanes de Evita, porque lo que no se puede negar es que Kristina es una mujer inteligente), que ella honraba a su difunto esposo por lo que "había hecho" en Gualeguaychú, y tiró “varias patadas” para Uruguay. Cabe destacar que en esos años, en Gualeguaychú se vendían remeras, gorritos, jarros, banderas que decían “No Uruguay”, “Tabaré Vázquez h.d.”, eso fue lo menos malo que dijeron, ¿y ahora están todos locos aplaudiendo ese populismo peronista?

Que además siempre estuvo claro que el difunto Néstor estaba de parabienes con el execrable Hugo Chávez. 

América Latina estaba dividida entre los adoradores de populismos baratos: Venezuela, Bolivia, (ahora Ecuador), y Argentina y otro tipo de cosa, que era Uruguay, (pasado), Chile y Brasil.

Ahora, Uruguay se ha cruzado al otro bando.

En esta nueva situación la República Oriental del Uruguay es títere de Hugo Chávez y de Kristina.

Cabe destacar, además, que el presidente de la República Bolivariana hace unos meses ordenó bajar de cartel la obra "El Violinista Sobre el Tejado", declarando entonces que nada que tenga que ver con judíos sería permitido porque el presidente de La República Bolivariana no es amigo de los judíos, y aplaudió una vez más a su amigo el Presidente de Irán, adscribiendo a que el holocausto es una mentira y a su macabra intención de borrar a Israel de la faz del planeta.

Para que quede claro: Uruguay se arrodilla ante un acérrimo antisemita.

Y por si fuera poco ahora también ha ganado un premio en el sorteo de enemigos,  Inglaterra, lo que faltaba para que Uruguay sea el primer país el ranking de vergüenza en política exterior.

Recuerdo la Guerra de 1982 de las Malvinas, el crápula genocida de Estado, Leopoldo Fortunato Galtieri mandó a niños, porque algunos todavía no tenían los quince cumplidos, los mandó allá... y los mandó allá para desviar la atención de lo que estaba haciendo en ese momento: estaba tirando presos al Atlántico desde aviones con hormigón en los pies. De Inglaterra le avisaron con tiempo que vendrían, podría haber salvado a esos niños, claro que no los salvó, si estaba matando a diestra y siniestra (30.000 desaparecidos es el negro saldo de la Dictadura el Argentina), entonces vinieron los aviones de la Dama de Hierro Margaret Thatcher y en menos que canta un gallo acabaron con todo, ellos eran tan solo niños, y los que salieron vivos no pueden apartar las imágenes que se les imponen de modo perenne de sus amigos muertos.
Argentina está otra vez con el asunto de las Malvinas y me pregunto si no aprendió nada de lo sucedido en  1982, tanto se habla de memoria, para esto muy desmemoriados están. Tienen un país enorme, con petróleo, gas, ¿por qué se vuelve a insistir con el asunto de las Islas Malvinas? ¿Será que así como Galtieri en su momento trajo a "la mesa" el tema de las Malvinas para distraer la atención Kristina esté haciendo lo mismo? ¿Y a donde va llevar todo eso? No hay que ser muy inteligente para saberlo, si las cosas pasan a mayores  nuevamente sucederá lo que en 1982.

Pero aún más paupérrimo resulta que Uruguay (por si no fuera poco) ahora también defiende “la causa de las Malvinas”.

El Uruguay va en caída libre y a veces creo que esto es un mal sueño y que pronto me voy a despertar...
 
Anna Donner Rybak © 2011
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