Si bien es totalmente cierto que todo (pero absolutamente todo) lo que decidimos lanzar al “vacío internetiano”; dicho de otro modo, todo lo que decidimos (mediante el acto de oprimir un botón que se llama “Publicar”) que figure en Internet es fiscalizado por el FBI, AL-QAEDA, KGB (si existe aún), y “todo el mundo”. Por más que las precedentes afirmaciones sean desagradables (estamos en una especie de Gran Hermano llamado “FBIALQUAEDAKGB”), claro que no está bueno, pero esto es así sí o sí.
Existe un monopolio by Bill Gates & Microsoft que vio la luz cuando Microsoft dio a luz el OS Windows. Inmediatamente, surgió Linnux, (para quienes son enemigos del botón “descarga gratuita”), precisamente de modo gratuito. ¿Entonces, según estos magnos razonadores que odian el botón “descarga gratuita” deberían los creadores de Linnux compararse con este personajillo vulgar y burdo llamado “gordito-de-megaupload”?
Por esto, por esos que hablan y de esto (de in-for-má-ti-ca) entienden de poco a nada, pero hablan, igual hablan porque cualquiera habla porque es gratis, he decidido hacer una segunda nota.
Para hablar con propiedad del “gordito-de-megauplodad” y del abominable acto de la existencia del botón “descargar gratis”, es preciso entender un poco de “este mundo” antes de esgrimir argumentos tan tontos como falaces como relacionar “Internet con la plusvalía”, y otros. Eso es meter en un bollón un poco de dulce de leche, otro poco de mayonesa y agitar la mezcla.
Dicho en criollo, para OPINAR con propiedad, es preciso SABER, al menos lo mínimo. Seguramente quien anda renegando por el botón “descargar gratis” desconoce el vocablo Linnux, y si lo conoce, no tiene la más paupérrima idea de qué es, y menos aún, ¡bingo! sabe que es gratuito. Estos magnos razonadores, no recuerdan seguramente que Internet nació bajo el Monopolio de Microsoft, ni de Gates.
Entonces, lo dicho. Salir a quemar banderas para juntar firmas para logra un plebiscito para que eliminen todos y absolutamente todos los botones del ciberespacio con la leyenda “descarga gratuita” no es la solución, a ver si lo entienden de una buena vez.
Es simple, existen DOS opciones (quizá por aquello del sistema de numeración binario que hace de él el lenguaje único comprensible para los ordenadores, o quizá por culpa del Señor Boole y su álgebra): si NO queremos ser fiscalizados, decidamos NO oprimir el botón PUBLICAR.
Internet es así, "es lo que hay valor". Por esto creo que esgrimir los argumentos de los derechos de autor vs Internet, NO TIENE SENTIDO. Si uno quiere ser respetado en sus derechos, debe decidir NO PUBLICAR al menos por este medio.
Pero siempre instalados en el lugar de la queja, sólo ven la desventaja. Creo que existen muchísimas VENTAJAS que amainan las desventajas. Y me voy a citar como ejemplo. Comencé a navegar en estas aguas en 2007, abriendo un blog en el portal MVD.COM que aún conservo. De no haberlo hecho, hubiera sido misión quasi imposible haber logrado el IMPACTO que logré mediante el blog. Si pienso en los costos de edición que habría tenido, en las ganancias de los intermediarios de las editoriales, sigo prefiriendo (hoy incluso) publicarme yo misma a través de este medio.
Sabemos que Facebook-Twitter-Blogger-Linkedin están intrínsecamente relacionados, o séase que con PUBLICAR una vez, esto IMPACTA EN "todas partes". Solo un eximio erudito tiene la garantía de que va IMPACTAR, y ni siquiera así. Porque están quienes hacen arte por el placer de la creación y están quienes hacen arte para obtener un rédito o una ganancia. Estos segundos, en mi humilde opinión no pueden ejercer el don de la creación de modo libre,porque deben regirse por los mercados y el consumo, ¿qué “vende” más? ¿Qué es más leído? ¿Un libro de poesía o Mercedes Vigil?
En mi caso, voy por mi décimo libro digital. Mi interés no es ganar dinero al escribir, mi interés es LLEGAR, es transmitir determinados mensajes, y dejar huella. Por eso sí, yo tengo diez libros digitales y todos con el botón “descargar gratis”.
Pero, si estos argumentos no son suficientes, existe otro asunto con respecto a los Derechos de Autor. Cuando uno escribe, tiene cierto ESTILO que hace que su prosa sea INCONFUNDIBLE, pasa con muchos AUTORES, que aunque nos muestren su prosa y no nos digan de quién es, sabemos quién la escribió.
Por más que alguien te copie, si vos tenés un ESTILO que te IDENTIFICA, cuando el que te hace un plagio dice "es de MI AUTORIA", NADIE LE VA A CREER, ¿por qué? porque esa prosa que TE COPIO tiene TU ESTILO INCONFUNDIBLE, por eso entiendo que es al divino botón estar pendientes de los DERECHOS, si vos lograste cierto ESTILO digan lo que digan, LOS DERECHOS DE AUTOR, (sin ley en el medio) son SÍ Y SOLO SÍ TUYOS.
Burdamente, es como si yo haga un plagio del Guernika, y le modifique algunos sectores, y diga "LO HICE YO", ¿QUIÉN ME VA A CREER?
Burdamente, es como si yo haga un plagio del Guernika, y le modifique algunos sectores, y diga "LO HICE YO", ¿QUIÉN ME VA A CREER?
Sucede lo mismo con cualquier manifestación artística, en mi pintura, mi MODO de seleccionar el COLOR, la paleta, es inconfundiblemente mío, y si viene Mongo Cucho y dice: ¡Opa, lo hice yo! Y si muchas personas conocen mis obras, dirán: ¡No Mongo Cucho, esto no lo has hecho tú!
En lo literario, todos tenemos ciertas muletillas que nos identifican, algunos utilizan definiciones más serias, otros preferimos la ironía, pero si uno ha logrado un estilo (ya sea como columnista, como humorista, como narrador, como poeta), no habrá ningún Mongo Cucho que pueda sacarte los derechos, porque todos sabrán que eso lo escribiste vos.
Anna Donner Rybak © 2012