lunes, 25 de julio de 2011

Una nueva mentalidad


Sabemos que desde el individuo, pasando como el individuo como parte.de.un.colectivo, hasta la política (pasada por el tamiz y quedando los granos de la corrupción atrapados), el aggiornarse, adaptar la mentalidad a los nuevos tiempos, es imprescindible.

Pero... una nueva mentalidad... es parte; pero no Todo.

No olvidemos que no somos máquinas productivas, que nuestros trabajos (si bien en los técnicos SI se paga por HORA / Y PRODUCTIVIDAD), no sucede con las carreras no tan cienfíficas, donde el HUMANISMO también importa.

Por tal motivo, la parte del todo que falta para esa nueva mentalidad, es el ser.en.el.mundo, que no es una universalización, que no es una nueva.mentalidad como entidad establecida apriori, según filosofías que ya no SON, en donde el cometido era que el individuo obrara a "Imágen y semejanza" ya sea de Dios, o de un Padre Espiritual, o de una figura a quien admira.

Ya vimos que, dentro de esa moral establecida apriori, el ser procederá por imitación, lo cual lo hará perder autenticidad, lo cual ante todo no es sano para él.mismo; menos aún es sano para los otros.

Lo precedente ya ha sido explicado y citado, por lo tanto no haré demasiado hincapié en este punto, sino en , "La parte del todo que falta".

¿Nueva mentalidad? SI.
Pero, SIN CREÉRNOSLA.

Un ejemplo de no creersela es el caso de Diego Forlán, quien impacta por su sencillez, porque dada su belleza exterior, seguramente varias firmas lo desean para hacer sus campañas, ya sea de artículos deportivos, de ropa, de perfumes, pero no creo que a Diego Folán le interese sobremanera ganar dinero de ese modo.

Lo precedente, no está ni bien, ni mal, depende de la esencia de cada uno. (Creo no es la de Diego).

Y ya que hemos citado a Diego debemos decir que en Diego no hay lugar a la soberbia.

Diego ha pasado por la nefasta experiencia de padecer círculos en donde la soberbia, la ostentación, estaban a la órden del día, pero él, no se ha doblegado, y siempre ha sido el mismo Diego.

Diego Forlán. El mismo que declaró apenas terminó el partido que le otorgó a Uruguay el título de Campeón.

Y justamente me quiero referir a este aspecto de la condición humana, La Soberbia, aspecto del cual todos y cada uno de nosotros somos padecientes en mayor o menor grado.

Si es correcto que el individuo se arme una coraza para poder sobrevivir en este mundo infame, plagado de mediocres, y que dicha coraza sea desde soberbia, hasta bífida o viperina, hasta ese sitio, es válida.
...

Para el tan mentado cambio de mentalidad, se requiere vomitar ciertas corazas. (Todo en su justa medida).

Supongamos un individuo con una ingeligencia superior a la media. Dicho individuo ve el mundo desde un sitial de lucidez, que muchas veces lo agobia. Paradójicamente es muy bueno poder avizorar antes que otros los fenómenos, porque? porque podemos AYUDAR A que algo cambie.

Son los casos de personas que son inteligentes, y lo disfrutan.
Hasta acá, OK.

Pero un día un individuo del grupo de los "inteligentes", que dada su trayectoria, y experiencia, aporta y mucho a la sociedad para llegar al cambio, descubre que existe otro individuo, que también es inteligente.

Es entonces, que

o)
El diablo de la soberbia no mete la cola

o)
El diablo de la soberbia mete la cola

Y, cuando el diablo de la soberbia mete la cola, todos esos propósitos muy sanos y milagrosos, caen.
Por más inteligencia superior; caen.

Porque este perfil comienza una especie de batalla con su contrincante inteligente, porque en su fuero interno (quizá de modo inconsciente) no tolera, que venga un "don nadie", surgido de "la nada", y el individuo tenga la constatación de que ha hecho quizá una nota, un ensayo, un análisis que es mejor que el suyo.

ACA, ES DONDE TODO SE VA AL DIABLO.

Porque todos deberíamos saber que en lugar de COM-PE-TIR (palabra que detesto), lo mejor es integrar, o sumar.
Si existe alguien que en cierto punto ha demostrado más inteligencia, no es sinónimo de que ese alguien en un TODO UNIVERZALIZADO sea más inteligente.

Puesto que así como en el "ensayo x", el "nuevo inteligente" ha logrado un mejor resultado, mañana, en el "ensayo y", el "nuevo inteligente es muy pasible que logrará peores resultados.

¿Entonces?

SUMEMOS.
NO COMPITAMOS.

Puesto que de cada uno (y ejemplificaré en ensayos) seguramente o x es superior o y es superior, depende de las vivencias de X, de las vivencias de Y.

Y NO SIRVE que X e Y entren en COMPETENCIA para ver quien "gana".

Lo que sirve es que X SUME CON Y, puesto que de ese modo, sí, es que (venciendo al diablo de la soberbia), X, e Y, podrán hacern algo muy superior, como parte.de.un.colectivo, previo haber (seguranemte discrepado), pero luego haber CEDIDO.

Porque también existe otro vocablo que se llama CEDER.

Es cuando cedemos, y nos paramos en los pies del otro, que (desde la discrepancia), comprendemos un punto que quizá, antes, como permanecíamos ombligados, éramos incapaces de COMPRENDER.

Pero, al pararse en los zapatos de El Otro y ver el mundo no desde MIS OJOS, sino desde los ojos DE EL OTRO, uno entiende el punto Del Otro, podrá asentir o disentir.

Pero siempre dentro de un marco de respeto.

En conclusión, una nueva mentalidad, pero yo agregaría solidaria.

Anna Donner Rybak © 2011
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