“Vos no sos normal” Murga A Contramano.
(Problemas tenemos todos, ¡che!)
¿Cuántas veces hemos escuchado a alguna señorona conservadora decirle a otra “Fulanito no es normal”?
Miles.
Y quizá la otra le responda, “Fulanito, no es normal. ¡Fulanito está LOCO!”, revelación ante la cual la primera señorona conservadora hace una mueca de horror, espanto y consternación.
Los tiempos han cambiado, pero lo cierto, es que hasta hace muy poco el término LOCO era tratado como algo insano, peligroso, TEMIBLE, y provocaba una especie de horror. El vocablo “Loco” era en sí mismo, tabú. Más aún los que estaban asociados indirectamente con los locos, los “loqueros” o curadores de locos, Los psiquiatras, y el trágico final del “loco” era su internación in.eternum en el ¡Manicomio!
(¡Dios me libre y guarde de padecer algún día semejante horror! Mejor, con un loco no me junto, no sea cosa que “ESO” que no quiero ni mencionar sea contagioso.)
Así, existía un terror generalizado a “La Locura” (como si todos tuvieran super claro de qué se trataba), y así sucedía, que alguien depresivo se lo guardaba, para no pasar vergüenza por su Locura, ¿qué diría la sociedad? ¡Lo condenaría! ¿Y sus padres? ¡Lo encerrarían en un “Manicomio”!. Entonces, ese ser, tragaba, tragaba, y tragaba, hasta que un día, quizá preso de una desesperación crónica se suicidaba.
Nuevamente, las señoronas conservadoras opinaban:
“¡Jamás lo hubiera pensado! ¡El parecía tan Normal! “ y entonces, otro cúmulo de lloronas en el velorio lamentaban su locura oculta, y… afines.
Por suerte, mucha agua ha corrido bajo el puente desde entonces. Durante la segunda mitad del siglo XX, los avances en terapias, y fármacos, la eliminación de tabúes, el tratar a la Depresión como una enfermedad más, igual que cualquier otra, hizo que alguien que se deprimía se animara a pedir ayuda, concurriese a un psiquiatra, y se sometiera a un tratamiento.
Pero… lamentablemente quedan Anormales, y esta vez en serio, que siguen teniendo prurito ante “Un Loco”, o ante “Un Psiquiatra”: - ¡Yo ni loco (valga la redundancia) voy a un psiquiatra, yo No estoy loco, yo soy normal!
Y peor aún es cuando estos anormales se refieren a un tercero (loco él, por supuesto) de modo peyorativo y discriminatorio.
Esos anormales, son por lo general esos aburridísimos especímenes que siguen horarios preestablecidos, van y vienen de la oficina, o la señora hace las tareas del hogar, por supuesto, no abordan la difícil situación de contingencia mundial, digámoslo de otro modo: Son simples, no tienen inquietudes, o quizá, está el segundo caso de anormales, que se rige por un modelo comportamental establecido A priori, y lo Imita, a rajatabla. Esos anormales son los que hacen lo que se Debe hacer, para que nadie diga que hace algo que no debe. Pendientes, todo el tiempo de la aprobación del Afuera, rígido, carecen absolutamente de iniciativas, son personas que difícilmente elijan correr riesgos, tomando decisiones que las mayorías no aprobarían.
Es decir, los anormales, viven en un mundo lineal, siempre igual, sus días son absolutamente predecibles, no se salen ni un ápice de lo estipulado, y así, viven.
Pasan por este mundo sin dejar penas ni glorias, así como llegan, se van.
¿A qué viene todo este preámbulo?
A que es muy difícil ser un creador en este mundo.
¿Por?
Pongámoslo así: Para crear, es necesario VOLAR, (por volar se entiende estar allá en la estratósfera, totalmente ajeno a si salió el sol y se hizo de noche, o si cerró el supermercado). Para crear, es necesario tener una sensibilidad muy por encima de “Los Normales”, ya sea sensibilidad estética, o emotiva.
¿Cuándo el escritor hace su mejor cuento? Cuando está muy muy lejos de este mundo.
¿Cuándo el músico hace su mejor composición? Cuando está muy muy lejos de este mundo.
Es decir, el Creador, obviamente es emocionalmente inestable, y justamente esa inestabilidad es lo que lo hace crear genialidades, ocurrírsele cosas que a ningún ser “normal” se le ocurrirían.
Ser un Creador es Sublime, pero, cuesta caro.
Nuestra inestabilidad emocional un día nos lanza a la euforia absoluta, y ese día producimos creaciones, estamos “en trance”, no nos damos cuenta del paso del tiempo, estamos en otra dimensión, o entidad, un escritor amigo decía “La Tercera Entidad”.
Pero así como tenemos días eufóricos, las “caídas” son brutales. De repente, nos hallamos en La Nada, con La Náusea Sartreana, preguntándonos qué es lo que hacemos por acá, cuando el Mundo es un Mundo perverso, violento, siempre existirá una guerra, un corrupto, un asesino, el hambre, la pobreza, y esa Lucidez nos lleva a la desesperación.
(Por eso es que “Los Normales” la pasan bárbaro, porque no se enteran de los problemas del mundo, su Mundo es un Submundo, de casa a la feria, de casa a la peluquería, de casa al té de Mengana, y en casa comentar si Zutana se casó, si Zutana 2 se queda para vestir santos, y eso es todo).
Claro está, están los “Normales” que trabajan como bestias, hasta doce horas por día, y luego a casa, a descansar, y al otro día otras doce horas por día.. es entonces cuando si tenés la desgracia de que te toque un “Normal” de esos, y vos sos creador, te diga: ¡Estás Loco!.
Todo esto viene a cuento de que por lo general, es muy difícil ser creador en un mundo rígido, compacto, y ahora todavía, estúpido, por culpa de Tinelli, y todos sus seguidores.
Es muy difícil vivir en una oscilación perenne, muchas veces cuesta tanto encontrar aunque sea un instante de paz. Entre nuestra Lucidez Aterradora, que no nos da tregua ni un instante, estamos a mil, sufrimos de los nervios, no descansamos y un montón de cosas.
Hay casos más desgraciados, al no soportar esta Náusea, caen en las adicciones, que en muchos casos los lleva a la muerte. (Luca Prodán, Jim Morrison, etc.).
No, no es casualidad que El Genio esté Loco, como decía Dali.
Por supuesto, es en esta instancia cuando los verdaderos anormales, (o sea, los “normales”), nos discriminan, nos tratan de insanos, de dementes, a veces son tan ignorantes que no les da ni para comenzar a comprender nuestro calvario.
También hay mucho de peyorativo con respecto al espíritu bohemio: Ya lo asocian con las Ondas de Amor y Paz, y Woodstock.
En porcentajes, somos muy pocos los locos “De verdad”, es decir, nosotros, creadores, frente a esa masa homogénea de la “Normalidad”.
Por supuesto que hay personas que nos comprenden, y nos apoyan, pero por lo general, no somos comprendidos.
Es entonces cuando la señorona conservadora del principio del relato le dice a la otra. “Yo creo que Fulanito se ENFERMO, por juntarse con hippies mugrosos, si Fulanito le hubiera hecho caso a sus padres, y hubiese sido el Doctor que esperaban, nada de eso le habría sucedido. ¡Pero el muy cretino quiso ser artista!”
Anna Donner Rybak © 2010