“¡Teníamos todas las
parejas listas, teníamos un muy lindo
programa!” vociferó el zar de las comunicaciones Marcelo Tinelli. Jorgito
Rial adhirió en un acto de solidaridad solidaria quejándose por Twitter. El
autor de “Sos mi hombre” sentenció: “Apoyo lo que considero correcto y rechazo lo
que no. Esto es incorrecto, ¡es abuso de poder!” Ricardo Darín dijo: “Le tomó el gustito al micrófono; ¿no?”
Si, no, no si. El rating asesino, examen de cuán popular es
uno.
Y hablando de popularidad, ella que es divina y popular por
más que o una pertenece a “Las divinas”
o una pertenece a “Las populares”,
ella es tan genial que pertenece a los dos bandos.
“Mauri” Macri dijo
que la cosa había sido una falta de respeto bestial. Francisco De Narváez, ex
dueño de “Tía” (la TaTa argentina), piadoso
y solidario espetó “En la calle te matan
con la inseguridad; en el súper con los precios y el la cadena nacional hay
empleo y seguridad”.
Todo comenzó cuando ella una noche haciendo los deberes de
su sesión de aromaterapia, que en años recientes surgió como una auténtica
terapia, utilizando ingredientes procedentes de esencias la aromaterapia
representa una terapia alternativa para quienes desean ir más allá de los
métodos habituales empleados para combatir enfermedades, destapó una botellita
de aceite de jazmín, y salió el genio, que había vuelto de la fiesta de casamiento
de Jazmín y Aladdin volando en su alfombra mágica. Y parece que se la llevó a pasear a K-ristina.
Bue, eso dicen.
Ella, K-ristina, respondió a Marce, a Jorgito Rial, a “Mauri”, a De Narváez, a Darín y a alguno
más: “Sólo hay que tenerle temor a Dios,
y a mí, en todo caso, también un poquito”, “los jueces no son dioses”, “el
que inventó el pañal descartable está a la altura de Bill Gates”, “los pañales descartables y -que me perdone
la santa madre Iglesia- los anticonceptivos lograron la liberación femenina”.
(¡Oooohhhh!)
K-ristina agregó que al pasear en la alfombra mágica del
macaco azul, éste le hizo una transferencia tecnológica confiriéndole los
poderes de genia. Que ella no tenía la culpa si el genio de Aladdín la había
hecho genia.
Fue entonces cuando Jorgito Rial le dijo “Entonces, ¿no podés volver a tu botellita?”,
y acto seguido K-ristina se esfumó. (¡Eso querrían! Je je)
Que me perdone la santa madre Iglesia.
Anna Donner Rybak © 2012