martes, 8 de noviembre de 2011

El Muro de los Tormentos


Mucho se ha debatido, debate y debatirá acerca del significado de la palabra fidelidad, que viene de fiel. Si un vocablo ha sido bastardeado, es este, y se lo utiliza para ROTULAR a quien en una relación de pareja ha tenido (o no) un vínculo sexual con una tercer persona que no es su pareja (infiel), y por oposición quien estando en pareja no ha tenido nunca un vínculo sexual con una tercer persona que no es su pareja es fiel.

Pero, no es el enfoque de esta nota debatir acerca de la monogamia, sino de la fidelidad, pero de la “fidelidad de verdad”, no de la fidelidad de la Santa Iglesia Apostólica Romana.

Porque la fidelidad, debería referirse a la persona, con respecto a su persona, y no con respecto a Otra persona, ¿no? Como para empezar.

Etimológicamente hablando:

fiel.
(Del lat. fidēlis).

1. adj. Que guarda fe, o es constante en sus afectos, en el cumplimiento de sus obligaciones y no defrauda la confianza depositada en él.
2. adj. Exacto, conforme a la verdad. Fiel traslado. Memoria fiel.
3. adj. Que tiene en sí las condiciones y circunstancias que pide el uso a que se destina. Reloj fiel.
4. adj. por antonom. Cristiano que acata las normas de la Iglesia. U. t. c. s.
5. adj. Creyente de otras religiones.

De lo anterior, se desprende qué No es la Fidelidad y por oposición qué es:
La fidelidad, no es con la pareja, no es con el vecino, con es con la iglesia:
La Fidelidad Verdadera es la fidelidad con Uno mismo. (Un individuo que es fiel consigo, es un Individuo Auténtico).

Pero, para un individuo ser fiel consigo, debe saber a Qué será fiel. Es decir, debe de tomar una Postura en la vida.

Dicho de otro modo, debe de tomar “partido” con respecto a un sinfín de situaciones: identidad, sexualidad, ideologías, etc, etc.

Es evidente que la toma de postura Responsable no significa tomar partidos en blanco y negro, sino asumir el reto y pasar por todas las escalas de grises que existen, y por cada una, tomar postura.

Luego de construida la postura, la mitad del camino está recorrida. El resto, ser consecuente y leal, y FIEL a dicha postura.

La construcción de una postura es un camino plagado de riscos, puesto que no es otra cosa que una sucesión de toma de decisiones.

Según Jean Paul Sartre y la filosofía existencialista, la libertad es angustia porque el ser está perennemente condenado a elegir.
Cada elección (inevitablemente) implica una renuncia.

Pero, existe también el individuo que ante la cobardía de enfrentar una renuncia decide no elegir, ignorante de que no elegir es elegir no elegir.

En este grupo, denominados en criollo Mediocres, pulula una gran número de seres, que en el afán de “quedar bien con Dios y con el Diablo”, no deciden.
Estos individuos, son los que hacen a la involución de las sociedades.
Hablamos de individuos que un día están de un lado del muro, al día siguiente trepan el muro y se “pasan” al “bando contrario”, para al día siguiente del siguiente volver a “pasarse”.
En este caso tenemos lisa y llanamente la definición de un Cobarde.
En el grupo de cobardes pululan los arribistas, los ignorantes, los que “viven a imagen y semejanza de”, hablamos del individuo que tiene una paupérrima autoestima, y que vive en base a la aprobación (o no) de los Otros, puesto que es incapaz de aprobarse a sí mismo.

La “aprobación” a uno mismo es la concepción de nuestra fidelidad.
Pero, no seamos ingenuos. El lumpen de cobardes mundial crece con cifras exponenciales, y es el obstáculo para la Evolución de las sociedades.

El Cobarde es “la ficha comodín” que utilizan los opresores, dado su carácter de maleabilidad. Al no tener el cobarde postura alguna sentada en esta vida, actúa posturas. Los Actores de Posturas son los que terminan por derribar cualquier intención sana de progreso.(Estos son los Verdaderos Infieles). O dicho en criollo, “los que se dan vuelta en el aire”. Los que son incapaces de mantener una idea, porque lisa y llanamente no la tienen. Del lumpen de la cobardía salen los delatores, los buchones, las “piezas” necesarias para someter, someter y someter. El que Piensa; pierde es el axioma de la Filosofía del Cobarde.

El camino del Cobarde es el camino “fácil”, blanco o negro, si se le pregunta por el gris, no sabe, no contesta. No contesta porque no sabe, o no contesta porque no le conviene, o no contesta vaya a saber por qué.
La vida es dura, y tomar el camino fácil es lo que hace al Cobarde, al Mediocre.

En este grupo incluimos a los arribistas que no ascienden por ningún otro mérito que “hacerle el cafecito al jefe” y contarle quién se portó mal, y quién se portó bien, dicho en criollo, el alcahuete o chupamedias, que luego de construir un gran conjunto de medias que no están secas, obtiene su ascenso.

Resumiendo, el cobarde, no sabe de qué lado del muro está, porque no sabe qué hay en cada lado del muro, y para él es lo mismo un lado que otro. Es hasta difícil para el cobarde averiguar qué hay de cada lado del muro.
Por lo tanto, el cobarde es padeciente del síndrome del “Muro de los Tormentos”.

Anna Donner Rybak © 2011
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