Seguramente el Juez que tiene a su cargo la causa del triple
homicida del Pinar, la aplicará la máxima condena, veinte años.
Veinte años no es nada.
Horrenda casualidad, Pablito Goncálevez, quien asesinó a
tres mujeres y asesinó quien sabe a cuántas más que no hay salido en la prensa,
sale este añito por “buena conducta”,
y porque ya van a hacer casi veinte años del asesinato a Ana Miller, entre
otras.
Del mismo modo, en la República Argentina (veinte años no es
nada) Barreda, el odontólogo que cometió homicidio contra sus hijas, esposa y
afines, ¡ya salió! Y anda “alegremente”
disfrutando de la vida, se casó, ¿Y?
¿Acaso esto es justo?
¿Es justo que tipos como Barreda y Goncálvez estén gozando
de la vida y la libertad luego de haber impedido gozar a otros de la vida?
¿Qué más necesita la Justicia para actuar en el sentido de
cambiar la legislación al respecto?
¿Cuántas más personas deben de morir?
¿Acaso este NUMERO no es suficiente?
No me vengan con que el machismo ya no es porque el propio
machismo (por desgracia) imperante en esta sociedad hipócrita, que presume de
carecer de él, sigue vigente y presente.
Quizá por estas razones es que desatienden adrede los
pedidos de ayuda desesperados de futuros muertos.
Si una mujer va a una comisaría a hacer una denuncia le
dicen cosas del estilo “Vaya para su casa
señora que usted está muy alterada vuelva con su marido; recapacite”.
Hacen caso omiso y SABEN que esta persona está en PELIGRO.
¿Por qué?
Porque seguimos con el modelo machista de sociedad, porque
en este modelo machista El Hombre es SAGRADO, seguramente si él se enojó es
porque esa mujer le dio motivos o “fue
mala” con él, no es tan así como en los países islámicos donde la mujer es
un objeto que pertenece a un hombre, y no importa cuán déspota sea ese hombre,
que es su marido, y el título “Marido” es un honorable título, por lo tanto un “marido”
tiene las credenciales habilitadas para hacer lo que se le da la gana.
¿Acá?
Y…
No es tan así, pero un poco sí.
Parecería que si EL MARIDO se enoja, todo es posible, y todo
le está permitido, hasta matar. Y la culpa es de quien ha provocado su ira.
Según el diario El Observador “El Homicida de El Pinar tiene rasgos de una personalidad psicótica”.
Me pregunto por qué siempre hay un diagnóstico que pone en
situación de vulnerabilidad a estos seres macabros.
¿No se puede asumir que son unos reverendos hijos de puta
sin ir a diagnosticar que son psicópatas?
¿Acaso los torturadores de la dictadura fueron
diagnosticados de psicópatas? No. Ellos son unos hijos de puta. Y estos matadores posmodernos, ¿no son
también unos hijos de puta?
Sí, sí, sí.
Qué psicópata ni psicópata.
La pericia psiquiátrica arroja el resultado de que el
asesino en una persona violenta, con rasgos paranoicos (pensamientos
persecutorios) e insensible. Tiene un trastorno de personalidad psicopático,
también llamado trastorno antisocial de la personalidad.
Me pregunto por qué siempre hay un diagnóstico que pone en
situación de vulnerabilidad a estos seres macabros.
¿No se puede asumir que son unos reverendos hijos de puta
sin ir a diagnosticar que son psicópatas?
¿Acaso los torturadores de la dictadura fueron
diagnosticados de psicópatas? No. Ellos son unos hijos de puta. Y estos matadores posmodernos, ¿no son
también unos hijos de puta?
Seguramente el Juez que tiene a su cargo la causa del triple
homicida del Pinar, la aplicará la máxima condena, veinte años.
Veinte años no es nada.
Anna Donner Rybak © 2012