lunes, 6 de diciembre de 2010

María Esther, Abuela de Mayo.





Esther sobrevivió a la "desaparición" de su hija, María Emilia Islas, luego de comprender tras incansables búsquedas, que "Detenido Desaparecido" era el amoroso nombre de la parca, puesto por las dictaduras.

Esther tenía el presentimiento de que su nieta Mariana, vivía.
Luchó incansablemente, el matrimonio Furci cambiaba de domicilio constantemente, luego de encontrarla y perderle la pista un sinnúmero de veces, al fin, la tuvo consigo.

María Esther Gatti nació en enero de 1918, en Montevideo, calle Guaná 2012. Cursó estudios primarios en la escuela del barrio, sita en Arenal Grande y Pablo de María. Ingresó en la Universidad de las Mujeres y luego en Magisterio, y ser recibió de maestra a los 17 años.

En 1935 el país soportaba tres años de golpe de estado, ( 31 de marzo de 1933, Gabriel Terra), quien había tomado la autoritaria medida de que los profesionales universitarios y empleados públicos tomaran postura de adhesión al régimen. Muchos de los que se negaron, fueron detenidos o perdidos sus puestos públicos. María Esther como maestra rebida, debió postergar su empleo. Pero hacía prácticas en un colegio de la Villa del Cerro.

Treinta y seis años de docencia en la Escuela Pública como maestra y 20 años en el colegio privado Pastorino como profesora de geografía.
***
En setiembre de 1976, María Emilia fue secuestrada y desaparecida en Argentina -donde se había refugiado- junto con su esposo, Jorge Zaffaroni, y su hija Mariana. María Ester los buscó desde entonces. Apoyada por Abuelas de Plaza de Mayo, en 1983 lanzó una campaña pública que dio sus frutos cuando llegó una carta anónima indicando la dirección donde vivía su nieta en Buenos Aires, en casa de la familia Furci. Después de la presentación de una denuncia penal en el vecino país, de pedidos de exámenes de sangre y de la fuga de la familia Furci, finalmente el apropiador de Mariana, el ex agente de la SIDE Miguel Ángel Furci, confesó que le “ofrecieron” en adopción a la niña. En estas circunstancias, Mariana, con 17 años, vio por primera vez a su abuela en el juzgado de San Isidro.

Furci y su esposa fueron procesados en 1992 “por apropiación de una menor, sustitución de su identidad y falsificación de documento público”. Con el fallo, el juez restituyó la identidad de Mariana, quien en marzo de 1993 solicitó al entonces presidente Carlos Menem el indulto a sus padres adoptivos, que finalmente fue concedido.

En junio pasado Furci fue procesado con prisión por el juez Daniel Rafecas. Se le imputó la respnsabilidad en alrededor de 70 secuestros y torturas.

El acercamiento de María Ester a su nieta no fue fácil. Mariana, que hasta hoy vive en Argentina, quiso saber de sus padres el 4 de agosto de 2009, cuando envió un correo electrónico pidiendo a quienes los conocieron que les contaran cómo eran. Una de sus motivaciones fue que la Intendencia de Montevideo la había reconocido como ciudadana ilustre el 21 de mayo de ese año, junto con otros nueve hijos de desaparecidos.

“A partir de que volví de ese viaje pensé más en ellos”, dijo en mayo a la revista Noteolvides. Aquella fue la primera aparición pública de Mariana en Uruguay. Otra motivación por conocer a sus padres tiene que ver con la necesidad de cerrar la historia relatada en el documental Por esos ojos (1997, Virginia Martínez y Gonzalo Arijón). En la última escena, María Ester pide “tener” a Mariana: “En algún momento va a cambiar. Es claro que yo no voy a estar, porque su tiempo no es el mío. Pero hay esperanzas, hay una llamita ahí que siempre perdura”.

Mariana cambió y María Ester estuvo viva. Luego de celebrar por primera vez su cumpleaños el 22 de marzo, Mariana expresó en diálogo con la diaria: “Estoy contenta de haberme dado cuenta a tiempo y de haber podido disfrutarla. Gracias a Dios que no me di cuenta tarde”.
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